Cuando nuestros niños están enfermos, hacemos cualquier cosa para que se sientan mejor. Para muchos padres, esto incluye pedir, e incluso rogar, que su pediatra les recete antibióticos. A pesar de nuestra voluntad de intentar todo lo que no sea magia para curarlos de sus enfermedades, tenemos que detenernos y preguntarnos: «¿Son los antibióticos la elección correcta?». La respuesta corta a esa pregunta es que depende. Tenemos tener cuidado sobre cuándo y cómo usamos los antibióticos porque pueden curar, pero también pueden hacer daño en algunos casos. Para entender mejor el papel de los antibióticos en la vida de nuestros niños, aquí hay una lista de cosas que debemos saber.
Datos sobre los antibióticos
Los antibióticos se utilizan para combatir las infecciones bacterianas, no las virales.
Cuando los bebés o los niños pequeños muestran signos de resfriado o gripe, los padres y los cuidadores suelen preguntar si los antibióticos son la elección correcta. Sin embargo, los antibióticos están diseñados para combatir las bacterias, no los virus. En la mayoría de los casos, un niño pequeño con un caso leve de secreción nasal, tos, dolor de garganta o congestión mejorará sin el uso de medicamentos. Recuerda que los bebés y los niños pequeños tendrán entre 8 y 10 resfriados al año, así que tenemos que estar atentos al momento de hacer uso del botiquín. Hay situaciones en las que un virus puede convertirse en una infección bacteriana, pero tomar antibióticos antes de que aparezca puede causar efectos secundarios, como vómitos o diarrea, o crear una infección causada por bacterias resistentes.
Los antibióticos pueden causar efectos secundarios y otros problemas potenciales.
La Dra. Iona Munjal, directora del Programa de Administración de Antimicrobianos Pediátricos del Hospital Infantil del Centro Médico Montefiore de Nueva York, afirma que aproximadamente 1 de cada 10 niños experimentará efectos secundarios de los antibióticos. Estos efectos secundarios suelen presentarse en forma de malestar estomacal, como náuseas, vómitos o diarrea. Los antibióticos están diseñados para matar las bacterias malas, pero desafortunadamente, también pueden matar las bacterias buenas en el intestino, lo que se evidencia con dolor de estómago en algunos niños. Es importante saber también que solo 5 de cada 100 niños son alérgicos a los antibióticos. Debes informar a tu médico lo antes posible si tu bebé o niño pequeño tiene una reacción a los antibióticos, como urticaria, salpullido, ronchas o picor en la piel.
Por último, un tema crítico y que causa mucha preocupación es la resistencia a los antibióticos. Cuanto más se usan los antibióticos, menos efectivos son para matar ciertos tipos de bacterias. De todos los medicamentos prescritos a los niños, alrededor de un cuarto de ellos son antibióticos y los expertos dicen que al menos el 30% de esas prescripciones son innecesarias. La resistencia a los antibióticos es una realidad bastante seria. Significa que todos debemos tener cuidado con la dependencia de los antibióticos, no solo los bebés y los niños pequeños. Cuando desarrollamos una resistencia a los antibióticos, también nos volvemos vulnerables a enfermedades infecciosas. Esta es una de las razones principales por las que debemos ser cautelosos con el uso de antibióticos.
Casos en los que tu bebé o niño pequeño necesitará antibióticos.
Tu bebé o niño pequeño puede enfrentarse a una enfermedad en la que los antibióticos son necesarios. Aquí hay una lista de condiciones con las que tu médico podría considerar apropiado el uso de antibióticos:
- Fiebre alta prolongada – una fiebre de 38° en bebés menores de 3 meses, 39° en bebés mayores de 3 meses.
- Neumonía bacteriana.
- Infecciones en el oído.
- Infecciones del tracto urinario.
- Otras infecciones bacterianas.
Cuando le des antibióticos a tu bebé o niño pequeño, es importante que continúes el tratamiento durante el tiempo prescrito.
A veces cuando le damos a nuestro niño antibióticos, empezamos a ver una mejora y los síntomas disminuyen. Para que el antibiótico haga su trabajo, es vital continuar el tratamiento durante el tiempo prescrito por tu médico. Si se interrumpe el tratamiento con antibióticos antes de tiempo, la infección puede volver a aparecer.
Los antibióticos son como tener superpoderes. ¡Tenemos que usarlos responsablemente o mucha gente puede enfermarse! Recuerda tener en cuenta estos datos sobre los antibióticos cuando tu niño se sienta enfermo y habla siempre con tu médico para que te dé soluciones oportunamente.